Policías, militares y pobladores bolivianos se juntaron a orillas del lago navegable más alto del mundo —el Titicaca— para impulsar una campaña de limpieza en el Día Internacional de la Madre Tierra.
“Es una manera de retribuir todo el daño que le estamos causando a la Madre Tierra con la limpieza de voluntarios”, dijo a The Associated Press María Alejandra Calisaya, una voluntaria que llegó a la localidad turística de Copacabana, cerca de La Paz.
En la jornada se retiraron bolsas, botellas de plásticos y neumáticos desechados por pobladores, turistas nacionales y extranjeros, que acuden al lugar para navegar en sus azules aguas y disfrutar de majestuosas vistas de los nevados andinos. Muchos feligreses católicos también llegan para visitar a la virgen de Copacabana.
En la víspera, la Naval inició la limpieza del lugar y la recolección de basura subacuática. El jueves se sumaron el gobierno, la policía y el turista francés Alexis Dessard, quien impulsa una campaña de limpieza. La jornada continuará en los próximos días en diferentes lugares del lago.
“Es una iniciativa muy bonita, es un gesto muy grande de parte de las Fuerzas Armadas también la policía boliviana. Me siento muy feliz por ese apoyo”, expresó Fredy Pusari, dueño de una lancha de paseo.
El lago es compartido entre Bolivia y Perú. Con 8.400 kilómetros cuadrados el Titicaca es el mayor cuerpo de agua dulce en América del Sur y el lago navegable más alto del mundo a 12.470 pies de altura.
En la parte boliviana, más que todo en los lugares bajos, tiene contaminación de metales pesados como el plomo o el arsénico, que se origina en El Alto, una ciudad de rápido crecimiento de un millón de habitantes, así como de pueblos aledaños, que vierten sus aguas residuales.
“Esto de alguna manera contribuye a la limpieza. Pero esto no queda aquí, estamos buscando formas de ayudar”, dijo el viceministro de Medio Ambiente, Maguín Herrera.
La autoridad explicó que del lago se consume los peces y estos se alimentan de la flora por lo que es muy importante cuidar el denominado “Lago Sagrado”.
El alcalde de Copacabana, Pedro Nina, afirma que se gestiona una planta de tratamiento de agua.
El presidente Luis Arce, en un acto paralelo en la ciudad de La Paz, pidió cuidar la “casa grande” y adoptar una declaración de los derechos de la Madre Tierra para aprender a vivir de forma diferente y combatir el cambio climático.
Poco después su gobierno anunció la derogación de decretos sobre el ensayo de biotecnologías en cinco cultivos que fueron aprobados por el gobierno interino de Jeanine Áñez. En el país solo está permitido el uso de semillas transgénicas en la soya.