TOKIO — La poderosa cámara baja del parlamento, controlada por el partido de gobierno, aprobó el martes las revisiones a una ley de referéndum nacional que sentaría las bases para una posible votación futura sobre la revisión constitucional. No obstante, las enmiendas constitucionales siguen siendo improbables debido a que los obstáculos son extremamente altos.
La propuesta, que facilita la votación en un referéndum, pasa ahora a la menos poderosa cámara alta para ser sometida votación a mediados de junio.
La constitución japonesa, redactada por Estados Unidos, no ha sido revisada nunca desde que entró en vigor en 1947 durante la ocupación estadounidense de Japón tras su derrota en la II Guerra Mundial. El conservador Partido Liberal Demócrata del primer ministro Yoshihide Suga ha considerado desde hace mucho la constitución como un recordatorio de la humillante derrota de Japón y ha hecho de la reforma constitucional una parte clave de su plataforma.
El partido fortaleció sus esfuerzos por una revisión bajo el predecesor de Suga, Shinzo Abe, conocido por sus opiniones nacionalistas sobre la historia y su apoyo a una sociedad paternalista encabezada por el emperador.
Abe propuso cambios a la constitución, que renuncia al uso de la fuerza para resolver disputas internacionales, para darle oficialmente a la Fuerza de Autodefensa el estatus pleno de fuerzas armadas, aunque los expertos dicen que eso no es necesario porque la Fuerza es ya aceptada internacionalmente como las fuerzas armadas del país.
Críticos dicen que las enmiendas propuestas por el partido de gobierno reflejan su posición de que Japón debería ser una “nación normal” con fuerzas armadas plenas, un gobierno más fuerte y una sociedad en la que los derechos individuales básicos pueden ser limitados por el interés nacional en tiempos de emergencia.