A partir del 22 de enero de 2022, el DHS requerirá que todo viajero que no sea ciudadano de E.U. esté completamente vacunado contra el COVID-19 al entrar a los Estados Unidos por los puertos de ingreso terrestre y terminales de ferry en las fronteras entre Estados Unidos y México y entre Estados Unidos y Canadá, y que presenten prueba de la mencionada vacuna.
Estos cambios – los cuales fueron anunciados inicialmente en octubre de 2021 – comenzarán a implementarse a partir del sábado 22 de enero.
Estas nuevas restricciones se aplicarán a los individuos que no sean ciudadanos de E.U. que estén viajando tanto por razones esenciales como no-esenciales. No se aplican a los ciudadanos estadounidenses, residentes legales permanentes, y a los nacionales de Estados Unidos.