El Departamento del Tesoro de Estados Unidos colocó a México en su lista de vigilancia macroeconómica y de políticas cambiarias, debido al superávit comercial y de cuenta corriente que el País tiene frente a su vecino del norte.
El reporte del Tesoro advierte que la falta de recuperación económica en México mantendrá suprimida su demanda de importaciones, al tiempo que la estrategia de soberanía energética del Gobierno mexicano reducirá la demanda de energéticos estadounidenses.
En 2020, el superávit comercial de México con Estados Unidos ascendió a 3.2 por ciento de su PIB; mientras que en 2019 fue de sólo 0.4 por ciento, refiere el reporte.
No obstante, lo destacable es que al contabilizar la balanza de servicios y de capital, la cuenta corriente de México fue superavitaria en 2.4 por ciento de su PIB, algo que no sucedía desde 1987.
A futuro, la baja inversión del sector privado en México y el lento proceso de vacunación limitará su recuperación económica y de la demanda de importaciones, lo que podría mantener la cuenta de mercancías y la cuenta corriente a favor de México, según la agencia estadounidense.
“La continuación de la austeridad fiscal y el deterioro del sentimiento de inversión, afectará la demanda interna y limitará el reequilibrio externo”, advierte.
Además, se estima que las exportaciones netas de energéticos de Estados Unidos podrían disminuir debido a la política de obtener independencia energética de México, incrementado el superávit de nuestro país.
La Secretaría de Hacienda (SHCP) explicó por la tarde que el reporte no clasifica a México como una economía que manipula su tipo de cambio para obtener algún tipo de ventaja, por lo tanto no estará sujeto a sanciones por parte de EU.
“La inclusión de México en la lista de países a monitorear se debe a un efecto metodológico derivado del nivel alcanzado en el intercambio comercial con Estados Unidos en 2020.
“Este nivel se explica por el incremento en la demanda de exportaciones mexicanas por los estímulos fiscales y monetarios que se implementaron Estados Unidos, frente a un menor dinamismo de las importaciones mexicanas provenientes de este país por los efectos de la depreciación del peso mexicano y la pandemia generada por el Covid-19”, dijo en un comunicado.
La inclusión de México en la lista de vigilancia es un ejercicio mecánico, que se actualiza por cifras macroeconómicas, conforme a la ley y no es una sanción, explicó Armando Ortega, panelista del Capítulo 10 del T-MEC.
Por el lado de la política monetaria, a diferencia de socios comerciales como China, el Departamento del Tesoro reconoció la mínima interferencia del Banco de México (Banxico), descartando que sea un factor de preocupación.
Para Gabriela Siller, directora de Estudios Económicos de Banco Base, la señal es que el Departamento del Tesoro está preocupado por las políticas macroeconómicas de México.
“Es por las políticas energéticas de México basadas en el uso de fuentes fósiles por las que estamos en esa lista negra, no por manipuladores de divisas”, dijo.
Esto, comentó es de preocupación, ya que en el mediano plazo podría derivar en sanciones comerciales como lo que sucede con China.
Actualmente, las naciones que se incluyen en la lista de vigilancia se encuentran Alemania, Italia, India, Malasia, Singapur, Irlanda, China, Japón, Corea del Sur, México y Tailandia.